Daniel Goleman Recomienda El Mindfulness a Líderes y Ejectutivos

Los líderes se sienten cada vez más apremiados por la complejidad de los sistemas en los que deben moverse.
“La mayoría de los líderes no realizan ninguna pausa en su tarea” – me confesó un curtido Coach del liderazgo – “pero lo cierto es que uno necesita tiempo para reflexionar”.

Según Bill George, antiguo director general de Medtronic “los líderes actuales se sienten desbordados: tienen una cita cada cuarto de hora, y a lo largo del día se ven interrumpidos miles de veces, por eso necesitan momentos para poder reflexionar”.

Según explica D. Sachs, economista de la Universidad de Columbia, “el mindfulness, cuando se dirige a uno mismo, consiste en una lectura más exacta de lo que nos hace felices”. Los datos económicos parecen mostrar que cuando un país alcance un nivel de moderado de ingresos – suficiente para satisfacer las necesidades básicas – desaparece la estrecha relación previa que existe entre riqueza y felicidad. Así, valores intangibles como la relajación pueden hacernos entonces más felices que simplemente ir de compras o trabajar.

La práctica del mindfulness fortalece la focalización, sobretodo del control ejecutivo, el tamaño de la memoria de trabajo y la capacidad de mantener la atención.

La atención tiene, tanto en el individuo como en las organizaciones, una capacidad limitada: es necesario decidir dónde dirigir la atención, que ignorar y en qué concentrarse.

El liderazgo gira en torno a la necesidad de captar y dirigir eficazmente la atención colectiva. Y ello implica cuestiones tan diversas como saber centrar, en primer lugar, la atención de los demás, así como captar y mantener la atención de clientes y consumidores.

El campo de atención de un líder, es decir las metas y cuestiones en las que se concentra, dirige la atención de sus seguidores con independencia de que la manifieste o no explícitamente. Las personas deciden donde deben concentrarse basándose en su percepción de lo que tiene importancia para el líder.

Cuando los líderes establecen una estrategia, están orientando hacia ella la atención de sus subordinados.
En el entorno laboral, la divagación quizás sea la causa principal de la falta de atención. Si queremos centrar la atención en nuestra experiencia (en la tarea que estamos haciendo, la conversación que estamos manteniendo o la búsqueda de consenso en una reunión), debemos atenuar el ruido mental ligado al yo y sus pensamientos asociados que generan, en nuestro presente, un mosaico mental de cuestiones irrelevantes para la tarea que estamos llevando a cabo.

Focus ¿Qué es lo que impide que las personas lleven a cabo este esfuerzo? La sobrecarga mental, el estrés, y la falta de sueño, afectan a los circuitos ejecutivos necesarios para conseguir ese cambio cognitivo. Y el estrés, la falta de sueño y la dependencia de tranquilizantes son demasiado frecuentes entre quienes desempeñan tareas muy exigentes.
El entrenamiento en mindfulness reduce los llamados circuitos del yo, ubicados en la corteza prefrontal medial. De manera que cuanto menos dialogo interno tengamos, mejor podremos experimentar el presente. El mindfulness nos permite romper la cadena de pensamiento que, de otro modo, acabaría revolcándonos en el sufrimiento.

Extractos del libro “Focus” de Daniel Goleman, Kairós (2013).

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